jueves, 1 de julio de 2010

La dulce bienvenida, el triste adiós


Es entendernos con tan solo mirarnos. Que sepas perfectamente lo que necesito en el momento indicado, sin indagar, sin preguntar. Es conocernos más que a nosotros mismos. Es la seguridad de saberme acompañado en la tibieza del alba. Comprender que todos los amaneceres que me resten por vivir serán de ese modo. Es susurrar palabras tiernas sobre mi almohada. Es conocerme. La seguridad y confianza que me entregan tus abrazos. Es sentir en su máxima expresión. Es el acierto de habernos permitido descubrirnos. Es el sol brillando en mi ventana y en mis flores. Es llorar emoción. Felicidad. Es sentir el universo estallando dentro de mi cuando te beso. Es sentirme vivo. Respirar aire puro. Volver a mi estado más inocente. Es agua pura fluyendo hacia un océano de sensaciones profundas. Es arriesgarme en cada paso que de. Es el paso correcto. Es ver como la luna me sonríe colgando en lo alto del paraíso. Es el aullido de los lobos que no me asusta. Es perder el miedo. Es la lluvia que purifica mi corazón luego de tanta sequía. Es el vuelo perfecto entre las nubes de un cielo celeste. Con palomas blancas a mí alrededor. Es el sabor de la certeza. Es la victoria. Es regocijo. Es querer dormir menos. Y vivir más. Es elevarme. Evolucionar. Los acordes amables de un piano que recita nuestra melodía. Es sentir mi alma en plenitud. Como si estuviera muerto. Como si estuviera vivo. La dulce bienvenida.






El ocaso. Es el crepúsculo. El asumir que este momento llegaría. Es la rutina. La no pasión. La erosión del paso del tiempo sobre nuestra historia. Es suciedad. Es no poder dilucidar que hay delante del camino. Es no querer recorrerlo más. Es tenebrosidad oscura en soledad. Es derribar todo lo construido. Pérdida. Es estar perdido. Es entrar en una profunda pesadilla. Escuchar ecos en la noche. Cadenas que se arrastran. Frío. Árboles sin hojas. Tormentas sin acuarelas. Es gritar y que nadie acuda. Otro cigarrillo. Es el humo impregnado en mi piel. Es sequía. Es horror. Es una pintura sin colores. Preguntas sin respuestas. Laberinto sin salida. Confusión. Emociones que entran en estado de putrefacción. El nido vacío. Recuerdos en mi habitación. Es el salto coartado. Sabanas de satén tiradas en el suelo. Es caos. Es una nueva mancha de llanto sobre mi ropaje. Es caminar sin un rumbo fijo. Es caminar por inercia. Sobrevivir. Es abrazarme al dolor. Una historia sin final. Cementerio de memorias. Heridas que no cicatrizan. Plegarias no pronunciadas. Es ceguera. Es pagar un precio caro. Es conformismo. Subirse a un tren oscuro que rueda entre las montañas sombrías de valles deshabitados. Es sentir mi alma en decadencia. Como si estuviera muerto. Como si estuviera vivo. El triste adiós.

6 comentarios:

  1. no me conocés. yo lo leí hoy.
    me gustó mucho.
    gran cantidad de imágenes en esas palabras.. y una gran sensibilidad poética.

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  2. Ya te lo dije... esta muy bueno lo que escribis!, tiene una musicalidad notoria.
    Te felicito! aunque me dejes hablando solo, jaja te felicito, muy bueno!

    Santi demo

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  3. Muy interesante lo que he leído, muchos de tus relatos son reflejos de situaciones que mas de una vez hemos vivido, en este caso el ciclo de vida y muerte de un amor ... a veces no es fácil volcar en palabras las cosas del alma y del corazón, porque son tan inexplicables y tan indescriptibles ... tanto que puede pasar toda nuestra vida sin entenderlas, pero lo pudiste retratar con mucho acierto y sensibilidad ... Te felicito porque realmente esta muy bueno, y siga escribiendo que lo seguiremos leyendo.-

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  4. Cuando comprendemos la vida como un ciclo de nacimiento desarrollo y muerte es difícil poder comprender que más allá de las vivencias existe el Ser. Justamente estamos cargados de vivencias que en lugar de fortalecernos espiritualmente nos fortalecen el ego. Solo es posible no llegar a" un triste final" conociéndonos interiormente. Es en la profundidad del océano donde ninguna ola podrá revolcarnos, es en la superficie donde el océano se altera, es en la superficie donde podemos verlo enfurecido. En lo profundo el océano conserva su esencia. Nunca mejor dicho cuando rompemos con una relación ¡que desilusión! Justamente cuando conocemos a alguien creamos una ilusión acerca de como es el otro, pero poco a poco esa ilusión se va erosionando sin haber llegado realmente al Ser.
    También hay relaciones que sirven para verse reflejado/a a uno mismo. Resultan ser relaciones de carácter similar pero en las cuales el otro posee un carácter similar pero potenciado al de uno; en las que existe una gran atracción, pero en las que es posible verse a uno mismo pero a la enésima potencia. Estas relaciones sirven para tomar conciencia de uno mismo. No hay que cambiar a nadie, ni juzgar a nadie. La vida sabe ponernos en el lugar que necesitamos estar. Solo hay que saber correrse de lo que nos hace mal, pero es bueno revisar nuestro interior porque seguramente las experiencias que nos tocan vivir están llenas de enseñanzas, no de danzas, ni de idioma, ni de oficio; Enseñanzas que nos hagan trascender como Ser humano hacia un Ser mas evolucionado. Hacia Un Ser de Luz

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  5. Te voy conociendo .....descubriendo y me voy sorprendiendo de lo mucho q tienes y como podes expresarlo....escribirlo!!!!! Q riqueza interior....
    Annalisa

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