sábado, 13 de febrero de 2010

Mi verdadero hogar




Estoy yendo de regreso a mi verdadero hogar, modificando por completo la dirección en la que voy. Mi manera de ver el mundo esta cambiando su concepción. Luego de tantos años sin vernos, dudo si te reconoceré. ¿Seguirás siendo mi amigo?

Supe cuando te abandone que estaríamos un tiempo sin hablar. Yo me aleje dirigiéndome a mi excéntrico mundo colmado de egoísmo y superficilidad. No te interpusiste, me diste la libertad y el amor de dejarme por mi propia cuenta. Dios mío, realmente te extrañaba. Es triste vivir la vida sin tu sonrisa.

Estoy yendo de regreso a mi verdadero hogar, corriendo el riesgo de que muchos no me entiendan y se enojen. Tengo miedo…ha pasado tanto tiempo que me cuesta imaginar lo que pueda llegar a encontrar. No es difícil, solo tengo que intentar escuchar la percepción de mi corazón, cerrar mis ojos y dejarme llevar hacia donde soplan los vientos...

Todavía siento la lección que me diste, cuando vivía tan alejado. Rodeado de gente pero en soledad extrema. Sin un rumbo fijo, sin un pensamiento trascendental. Logré escuchar mi voz interior diciéndome que el morir injustamente fue parte de tu vida, y eso me partió en mil pedazos, y como un puñal, parece ahora atravesarme por completo. ¿Cómo es que no me di cuenta antes?

Estoy yendo de regreso a mi verdadero hogar, buscando una respuesta para mi alma, la única, la verdadera. Con el llanto sobre mi mejilla, tomo el camino hacia la luz. Si pudiste realizar el milagro de cambiar el agua por el vino, confío en que puedas hacer lo mismo con mis lágrimas. Tus brazos siempre han estado abiertos, Dios, prometo no apartarme nunca más. Estoy arrepentido pero absolutamente seguro de volver a vos, a mi verdadero hogar…